Muchas cosas buenas han pasado desde que empece aquí. He vivido momentos inolvidables, felices y tristes. He reído, llorado, gritado, saltado, aprobado, suspendido, abrazado, besado, empujado. He sido yo misma y a la vez no lo he sido. He pasado por diferentes etapas, pija, gótica, emo, pija de nuevo, gótica de nuevo, hippie. pij-hippie (lo se, una palabra que no existe, pero fue creada para recordarla) y mucho más. He encontrado a mis verdaderas amigas, a mis hermanas, en las que puedo confiar. Me he encontrado a mi misma, mi yo de verdad, esa a la que no le importa lo que digan los demás, y me ha gustado. He reñido con compañeras que luego han pasado a ser de las mejores. He reído y disfrutado junto a gente que luego se ha distanciado. He escrito poemas durante las horas de matemáticas y dibujado durante historia. He levantado la mano en clase y he callado. He amado a la gente con la que llevo años y la he odiado también. He disfrutado como nunca. He cantado en el vestuario mientras me cambiaba. Me he puesto enferma solo por saltarme una clase de gimnasia. He sacado dieces. He sacado unos. Me he enamorado y me he desenamorado. Y he disfrutado, riendo, soñando con todos ellos. Pero ahora lloro y suspiro, esperando que este último año sea también inolvidable, el que más. UN AÑO PARA RECORDAR POR SIEMPRE. MI ÚLTIMO AÑO.