He roto mis murallas y caído presa de tus encantos. Lo se, solo soy otra estúpida chica en tu gran lista de conquistas, pero no lo puedo evitar. Me duele ¿y qué? Yo misma me lo he buscado, yo misma me he arruinado. Por ti, por tu maldita sonrisa de tipo malo.


No eres un Dios, solo un niño más con un juguete nuevo.